El relato de mi hermana de sus andanzas este mes por tierras inglesas me ha traído muchos recuerdos a la mente de mis dos veranos en Irlanda hará ya la friolera de cinco años. Además de que tomásemos el mismo desayno (Frosties y zumo de naranja) y que los pack-lunchs nos parecieran igual de abominables, una de las cosas en las que estamos de acuerdo es que el Sky es la gloria divina; canales y más canales de todo lo que uno pueda imaginarse entre los que, por supuesto, había como unos doce exclusivamente dedicados a música. Estaban todos los tipos de MTV que existen, más el canal de Kerrang! (mi preferido, obviamente), los tantos de VH1 y algún otro que ni recuerdo cómo se llamaba. ¿Y a qué viene esta perorata nostálgica? Pues a que precisamente la primera vez que escuché a The Gaslight Anthem fue gracias a este artefacto televisivo tan sumamente potente. Una de esas mañanas de domingo en las que yo andaba practicando el zapeo di a parar con el vídeo del 'The 59' Sound'. De hecho (apunte friqui total), creé una Nota en el móvil en la que iba apuntado todos los grupos que iba descubriendo y recuerdo perfectamente estar en el cuarto y escuchar el estribillo de este temazo y asomarme al salón para ver qué era aquella maravilla que andaba inundando toda la casa. Fue entonces cuando el romance entre el grupazo de Brian Fallon y aquí una servidora comenzó, allá por el verano de 2008.
Aunque fue el The 59' Sound lo primero que escuché suyo y aunque mi canción preferida de siempre pertenezca a este discazo ('Here's Looking At You, Kid'), siempre asociaré The Gaslight Anthem con una canción que pertenece a su primer álbum, Sink or Swim, llamada 'Drive', que me parece que posee un ritmo y una melodía magníficas que unidas al impresionante vozarrón de Brian Fallon dan vida a un temazo en toda regla de los de New Jersey. A lo largo de estos años he seguido su carrera musical digamos que no muy exhaustivamente aunque siempre he estado pendiente de nuevos lanzamientos y algún que otro proyecto paralelo (como The Horrible Crowes) pero, a pesar de todo, siempre han sido uno de mis grupos predilectos por esa capacidad que tiene su música de tranportarme, cada vez que les escucho, al pasado. Ahora más que nunca les he recuperado pues han supuesto mi propia banda sonora mientras leía In Cold Blood; de hecho, llegué a plantearme (paranoicamente quizá) que el 'The 59' Sound' hiciera referencia a la familia Clutter y a aquel fatídico año. En cualquier caso, no estamos en 1959 sino en 2012, que ha resultado ser el año apoteósico de los Gaslight Anthem gracias a este nuevo disco llamado Handwritten. Ya mi amigo bloggero lo dejó claro en su momento dándole cinco estrellas en su exquisita reseña, pero no ha sido sólo él; los músicos (como nuestro amigo Gustav Wood) y la crítica se han volcado positivamente con el nuevo trabajo de Brian Fallon y, la verdad, tienen sus razones. Aunque para mí su segundo álbum siempre tendrá un sabor especial, reconozco que Handwritten es una pequeña obra maestra de la música moderna.
Con su voz rasgada y sus melodías rockeras, Fallon y sus amiguetes de grupo consiguen, como siempre han hecho (y eso que el American Slang no me entusiasma), regalarnos los oídos con sus temazos al más puro estilo Springsteen. Para aquellos que quieran un rock de tintes clásicos y una voz singular, The Gaslight Anthem son una de las mejores opciones que la música de hoy en día tiene que ofrecer. ¡Buen trabajo, muchachos! Tenía intención de pasarme a veros en mi periplo por tierras escocesas pero las entradas de Glasgow volaron como la pólvora pero, ¿de qué me sorprendo? Dudosa está mi presencia en los Mandriles el 9 de noviembre pero si resulto andar por acá, la Sala Cats disfrutará un algo de mis grititos flaneros y de algunas gotitas sudoríparas. Hasta entonces, disfruten de lo que queda de este verano fugaz y sigan escuchando buena música a todas horas.