25.2.11

Misfits



No sé muy bien ni cómo empezar. Hace poco más de un mes que me embarqué en esta aventura que, hoy por hoy, ha conseguido absorber una parte importante de mi mente. Como siempre, una fuente de sabiduría me recomendó, hace ya un tiempo, esta serie. Yo, incauta e inocente, no hice mucho caso a sus palabras: craso error. Y entonces, una vez hubiéronse acabado los exámenes, decidí que era buen momento para darle una oportunidad, con algo de reticencia y no muchas esperanzas de desarrollar ningún tipo de inclinación hacia ella. Lo que ocurrió a continuación todos podéis ya suponerlo, ¿no es así? Cai rendida completa y absolutamente a sus pies.

Me enamoré y me volví a enamorar de ella a cada capítulo. Una historia original y unos personajes excepcionales son la base, los cimientos sobre los que se edifica Misfits. Pese a ser un argumento simple, que podría explicarse en un par de líneas, siempre hay algo más detrás. Rodada de una manera ciertamente peculiar, con altas dosis de ciencia-ficción, terror y mucho, mucho humor gamberro, se ha convertido en una de las imprescindibles, con tan solo dos temporadas en su haber. Misfits es especial porque es distinta y es diferente simplemente por tratar temas ordinarios y comunes desde una nueva perspectiva. Por otro lado, está el hecho innegable de que provoque una verdadera adicción en aquellos que la prueban, como dirían aquellos anunciantes de patatas fritas: 'Once you pop, the fun don't stop'.

Adicción provocada por tensión y misterio, por personajes que se desarrollan ante tus ojos, que cambian y evolucionan, personajes por los que sientes pena y cariño todo a un mismo tiempo. Personajes que te sorprenden, historias que te conmueven, situaciones que te desconciertan. Tiene tanto que ofrecer que sería necesaria una segunda revisión (la cual no descarto hacer antes de que se estrene en septiembre la tercera temporada) para darse cuenta de todos aquellos pequeños detalles que van saliendo a la luz tímidamente en cada capítulo, en cada frase, en cada palabra. Palabras, además, pronunciadas con unos adorables, perfectos, graciosos e incluso, en ocasiones, incomprensibles acentos británicos.

Nathan, Simon, Kelly, Curtis y Alicia. Ellos son los protagonistas de esta nueva y sincera filia y para todos aquellos que aún no hayais tenido el placer de conocerles, mi recomendación es que no esperéis mucho más, que dejéis los prejuicios o supersticiones hipotéticas atrás y que os lancéis a por ello porque no os arrepentiréis, estoy segura. Y me despido ya dejandoos con el peculiar concepto que tiene Robert Seehan de la serie: 'Misfits is a heartwarming tale about a single, white female teacher who's got epilepsy and her name is Miss Fits.'

Actualización a 18 de enero de 2012

Ha llovido tanto desde que se estrenase la primera temporada que no sé ni cómo puedo expresar todo lo que siento sin estropiciarle a nadie todo lo que ha pasado en esos 15 siguientes capítulos. Únicamente diré que se ha convertido en una de mis series preferidas de todos los tiempos (teniendo en mi haber la primera y la segunda tempos origianles) y que, a pesar de que pueda generar polémica, Joe Gilgun es un genio y estoy más feliz que una perdiz de que ande ahora con ellos, por no mencionar lo fantástico que está en This Is England '88 (pero eso es otra historia). He dicho, creo, todo lo que podía decir pero, aún así, no me he quedado a gusto así que, de un modo misterioso y críptico, voy a soltarlo: se os echará de menos pero, al menos, tengo tus canciones para esos momentos en los que me sienta nostálgica. Un saludo para Sybil desde aquí. Cambio y corto.

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