19.2.12

The Artist


Es probable que sea una de las pocas personas a las que esta película no le ha entusiasmado. Dejando a un lado lo original de hacer una película muda y en blanco y negro en el siglo XXI, la historia en sí no era muy original. Un actor de cine mudo venido a menos por el advenimiento del cine sonoro. ¿Os suena Cantando bajo la lluvia? Quizá algo más similar fuese El crepúsculo de los dioses pero, en cualquier caso, no caigamos en las comparaciones, que por lo visto son odiosas. Lo más destacable de una película muda es la expresividad que los actores han de mostrar para transmitir todo lo que las palabras no pueden. A este respecto, tanto Jean como Bérénice, lo bordan. Por otro lado, las películas rodadas en blanco y negro siempre tienen un toque entrañable y, en este caso, la fotografía asimismo es destacable. Eso sí, nadie puede poner en duda que el alma de la película es Uggie, el perrito de George Valentin. No es larga pero se me hizo algo pesada y, aunque me entretuve, era todo demasiado previsible. Quizá la magia de esta película no radique en la historia sino en la forma en que está contada (la escena de las escaleras fue para mí de lo mejorcito de la película), tan lejana ya para estas generaciones contemporáneas, pero, aún así, no terminó de enamorarme. Además, mi interpretación de las motivaciones y acciones de George no fue positiva, lo que hizo que el personaje me resultara engreído y orgulloso y, consecuentemente, no pudiera empatizar con él. Quizá no era esa la intención. Quizá sí pero, fuese como fuera, lo cierto es que no me convenció. No obstante, opino que es una película que merece la pena ver, aunque sólo sea por recordar viejos tiempos o ver a Uggie en acción. Con todo, le otorgo un moderado entre ♥♥♥ y ♥♥♥♥ porque ese guiño a Cosmo Brown se lo merece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario