Mostrando entradas con la etiqueta disquetes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta disquetes. Mostrar todas las entradas

29.8.12

The Gaslight Anthem



El relato de mi hermana de sus andanzas este mes por tierras inglesas me ha traído muchos recuerdos a la mente de mis dos veranos en Irlanda hará ya la friolera de cinco años. Además de que tomásemos el mismo desayno (Frosties y zumo de naranja) y que los pack-lunchs nos parecieran igual de abominables, una de las cosas en las que estamos de acuerdo es que el Sky es la gloria divina; canales y más canales de todo lo que uno pueda imaginarse entre los que, por supuesto, había como unos doce exclusivamente dedicados a música. Estaban todos los tipos de MTV que existen, más el canal de Kerrang! (mi preferido, obviamente), los tantos de VH1 y algún otro que ni recuerdo cómo se llamaba. ¿Y a qué viene esta perorata nostálgica? Pues a que precisamente la primera vez que escuché a The Gaslight Anthem fue gracias a este artefacto televisivo tan sumamente potente. Una de esas mañanas de domingo en las que yo andaba practicando el zapeo di a parar con el vídeo del 'The 59' Sound'. De hecho (apunte friqui total), creé una Nota en el móvil en la que iba apuntado todos los grupos que iba descubriendo y recuerdo perfectamente estar en el cuarto y escuchar el estribillo de este temazo y asomarme al salón para ver qué era aquella maravilla que andaba inundando toda la casa. Fue entonces cuando el romance entre el grupazo de Brian Fallon y aquí una servidora comenzó, allá por el verano de 2008.

Aunque fue el The 59' Sound lo primero que escuché suyo y aunque mi canción preferida de siempre pertenezca a este discazo ('Here's Looking At You, Kid'), siempre asociaré The Gaslight Anthem con una canción que pertenece a su primer álbum, Sink or Swim, llamada 'Drive', que me parece que posee un ritmo y una melodía magníficas que unidas al impresionante vozarrón de Brian Fallon dan vida a un temazo en toda regla de los de New Jersey. A lo largo de estos años he seguido su carrera musical digamos que no muy exhaustivamente aunque siempre he estado pendiente de nuevos lanzamientos y algún que otro proyecto paralelo (como The Horrible Crowes) pero, a pesar de todo, siempre han sido uno de mis grupos predilectos por esa capacidad que tiene su música de tranportarme, cada vez que les escucho, al pasado. Ahora más que nunca les he recuperado pues han supuesto mi propia banda sonora mientras leía In Cold Blood; de hecho, llegué a plantearme (paranoicamente quizá) que el 'The 59' Sound' hiciera referencia a la familia Clutter y a aquel fatídico año. En cualquier caso, no estamos en 1959 sino en 2012, que ha resultado ser el año apoteósico de los Gaslight Anthem gracias a este nuevo disco llamado Handwritten. Ya mi amigo bloggero lo dejó claro en su momento dándole cinco estrellas en su exquisita reseña, pero no ha sido sólo él; los músicos (como nuestro amigo Gustav Wood) y la crítica se han volcado positivamente con el nuevo trabajo de Brian Fallon y, la verdad, tienen sus razones. Aunque para mí su segundo álbum siempre tendrá un sabor especial, reconozco que Handwritten es una pequeña obra maestra de la música moderna.

Con su voz rasgada y sus melodías rockeras, Fallon y sus amiguetes de grupo consiguen, como siempre han hecho (y eso que el American Slang no me entusiasma), regalarnos los oídos con sus temazos al más puro estilo Springsteen. Para aquellos que quieran un rock de tintes clásicos y una voz singular, The Gaslight Anthem son una de las mejores opciones que la música de hoy en día tiene que ofrecer. ¡Buen trabajo, muchachos! Tenía intención de pasarme a veros en mi periplo por tierras escocesas pero las entradas de Glasgow volaron como la pólvora pero, ¿de qué me sorprendo? Dudosa está mi presencia en los Mandriles el 9 de noviembre pero si resulto andar por acá, la Sala Cats disfrutará un algo de mis grititos flaneros y de algunas gotitas sudoríparas. Hasta entonces, disfruten de lo que queda de este verano fugaz y sigan escuchando buena música a todas horas.

5.5.12

Ed Sheeran


Creo que es cosa de hermanos mayores eso de ir de sabiondos por la vida; supongo que es una mala manera de desquitarse con alguien al que puedes «mangonear» sin que haya demasiadas represalias. Aquí y ahora quiero pedir disculpas porque a lo largo de los años me he ido dando cuenta del tonito ese que se nos pone cada vez que los hermanos pequeños hacen cualquier cosa (¡aunque no sean malas!) y sí pienso que es algo inherente al instinto protector pero quizá sobreactuemos demasiado y no sea necesario echar tanta bronca y pegar tanto grito, ¿no? Si bien es cierto que vosotros habéis de saber que todo lo que hacemos es por vuestro bien (aunque suene típico es así) y que somos, a pesar de nuestra fachada de mayorzotes y machotes, una panda de preocupones de mucho cuidado que lo único que buscamos es que estéis bien (sanos y a salvo). También es una sensación, creo, general el querer servir de «modelo» a esas criaturitas que son los hermanos pequeños y querer ser un buen ejemplo de casi todo normalmente porque sabemos que, aunque no queráis reconocerlo, nos tenéis como referentes. No en todo, como es obvio, pero sí en muchos aspectos de la vida cotidiana y sabed aquí y ahora que eso nos hace estar muy orgullosotes y querer ser mejores, fraternalmente hablando. No lo sabemos todo (aunque nos las vayamos dando muy a menudo de eso) y, en muchas ocasiones, sois vosotros los que nos ponéis delante de los ojos cosas que nosotros no habíamos descubierto. Somos educadores encubiertos a la sombra de nuestros progenitores que aprendemos en silencio y os vemos crecer, cambiar y haceros grandes y aunque dé nostalgia acordarse de cuando erais enanos y llevabais chupete e ibais en el carro (y nosotros a pata, ¡morrudos!) es lo que hay y debemos aprender a trataros como corresponde y, sobre todo, como mereceis.

Después de esta disertación filosófica sobre las relaciones hermaniles, quiero dedicar esta entradita a mi hermanita (¡hola, Ñoquito!), a la que quiero con locura, porque fue ella la que me descubrió al chavalín pelirrojo (sí, es zanahorio aunque en la foto no se pueda apreciar) que anda con la cabeza ladeada aquí encima. Si no recuerdo mal fue una amiga de mi sis la que le descubrió a Ed así que... ¡gracias a ti también, amiga anónima! En cualquier caso, hay unas cuantas anécdotas que contar sobre el memorable día en el que Ed Sheeran pasó a formar parte de mi vida musical. Me parece que fue en el Tuenti este donde vi el vídeo de 'The A Team' (el que está subtitulado en español que es, por cierto, el que andan poniendo en KissTV). En primer lugar, he de decir que fue amor a primera escucha o a primer acorde, como se prefiera; en segundo lugar, casi me caigo de la silla al creer que la chavalita que protagoniza el vídeo era Kaya Scodelario (Effy para los entendidos) aunque resultó no serlo; en tercer lugar, me pareció que las letras estaban muy bien acopladas al vídeo (la traducción es otro asunto). Como suele ocurrir, después de escuchar una canción que te ha entusiasmado buscas otras canciones del mismo grupo/cantante para ver si ha sido cuestión de suerte o si es que es cierto que te has enamorado.

En aquel momento aún no le había visto la cara a Ed porque en el vídeo sólo sale la sosia de Kaya, ¿vale? Total que me voy a YouTube y pongo Ed Sheeran y me sale el vídeo de 'Lego House'. Pincho y cuál fue mi cara al ver que el del vídeo era Ron Weasley no lo sé porque no me la vi pero puedo decir que ojiplática y boquiabierta me quedé seguro. He de confesar que yo suelo referirme a los actores por los nombres de sus personajes más célebres o las películas en las que salen con lo que, por lo que a mí respectaba, Ron podía llamarse Ed Sheeran y no Rupert Grint perfectamente. De hecho, a punto estuve de ponerle un comentario a mi hermana diciendo algo así como que Ron Weasley se había hecho cantante y que qué tipo de broma era aquello. Luego vi que al final del vídeo salía un chiquillo pelirrojo que se parecía mucho a Ron y pensé que quizá había hecho presuposiciones precipitadas (y estaba en lo cierto). Como último dato curioso podemos mencionar que mi amiga San se llevó de regalo de Navicumpleaños este disco tan hermoso (gracias a lo cual se ha convertido en otra fanática del narajito de Halifax), cuya edición lujosa tengo hoy en mi poder gracias a la mejor regaladora de regalos del universo entero y verdadero (tú sabes quién eres). El disco en cuestión se llama + y aunque la primera vez que lo escuché, he decir públicamente, lo quité porque me pareció otro discopop más del montón, una segunda escucha (y una tercera y una cuarta y una quinta) me permitieron descubrir lo equivocada que estaba. Es cierto que hay bastante diferencias entre las canciones acústicas o semi y las canciones más marchosillas (en las que el tipo es capaz de cantar a una velocidad del demoño) pero, aunque unas te gusten más que otras, son todas bastante buenas (aunque yo me quedo con las acústicas, claro). Yo soy una persona para la que la voz es algo casi, casi imprescindible en esto de la música. Bien, sé que hay cantantes de muchos grupos de los que escucho que en directo dan un poco de penita pero... El caso es que Ed tiene una voz preciosa que hace juego con la moninez de sus canciones. Muchos podréis pensar que un disquete de 16 canciones puede hacerse muy pesado pero lejos de la realidad se queda esta suposición en lo que a + respecta.

Podría ir canción a canción alabando todas y cada una de ellas pero ya que eso me llevaría un tiempo del que no dispongo a pesar de que las ganas me sobren lo que voy a hacer es poner aquí y ahora una relación de mis preferidas (con un criterio totalmente subjetivo y personal, téngase en cuenta), lo cual no implica que no me guste el disco entero porque me encanta y mucho. Bueno, en primer lugar tenemos 'The A Team', que abre el disco y es una maravilla en sí misma (y a la que tengo cariño especial por ser la primera que escuché de él y porque soy capaz de tocarla mal y soltar gallitos al cantarla). Otra canción que me enamora es 'Wake Me Up' que me parece preciosísima y tiene una letra muy tierna (y me hace mucha gracia lo del BlueRay, por cierto) y luego tenemos el 'Small Bump', con la que no puedo evitar llorar cada vez que la escucho. 'Lego House' tiene un hueco muy especial en mi corazón asimismo, por ser la segunda que descubrí, por tener Lego en el título y por toda esa serie de inferencias sentimentaloides que me trae a la cabeza. El 'You Need Me, I Don't Need You' es el más claro ejemplo de canción movidita del disco y además de ser marchosa es una crítica un tanto voraz a la industria y eso nunca viene mal. Nos acercamos a mi momento preferido del disco cuando, tras acabar el impresionante 'Give Me Love' suena la versión del 'The Parting Glass'. Sepan ustedes que hay un tipo de música que siempre, siempre consigue tocarme la patata y hacer que se me salen las mejillas y esta es la música celta. ¿Por qué? No estoy segura; supongo que mis raíces gallegas, mi experiencia irlandesa y el amor loco de mi madre por Escocia tienen algo que ver. Sea como fuere, de corazón pienso que merece la pena escuchar esta canción escondida porque pone los pelos de punta, palabrita. Por último pero no por ello menos importante podemos hablar de 'Autumn Leaves'. Después de haber escuchado el disco muchas, muchas veces, en uno de esos momentos en los que prestas más atención a lo que oyes (saliendo de Zarauz, por cierto), me encontré escuchando los acordes de estas hojas de otoño y pensando que había descubierto otra de mis prefes (la cual también puedo intentar tocar mal y cantar seguramente peor).

Volvemos a lo mismo, sí: para gustos los colores. No se puede forzar a nadie a que le guste algo que ni le va ni le viene o que le deje de gustar algo que a ti te horripila (y no deberíamos tampoco, ¿eh?) pero bueno, yo en mis trece invito a todos los terrícolas que por aquí se pasen y paseen (y que hayan tenido las narices de seguir leyendo hasta aquí abajito) que le echen una o dos orejas al trabajo de Ed. Depende de qué te guste y de qué no, te desagradará más o menos pero creo que es un disco fácil de escuchar, amable y que, como poco, supone una muy buena música de fondo para una velada romántica, una reunión informal de amigos y cualquier otra situación absurda que se os pueda ocurrir. Hasta la próxima, pequeños padawanes musicales y que los auriculares os acompañen.

2.5.12

Say Anything


Se dan momentos en la vida en los que uno se pone a pensar sobre primeras veces y no es capaz de recordar, por mucho que lo intente, dónde vio esa cara, cuámdo escuchó esa canción, cuándo leyó aquel libro, dónde probó el pescado crudo por vez primera... pero, de vez en cuando, parece que fuera ayer cuando todo aquello ocurrió. Hace unos cuantos años (entre tres y cuatro), cotilleando el Tuenti de un chaval muy majete con el que iba a clase de guitarra (y de cuyo gusto musical me fiaba bastante), vi que tenía en el tablón un vídeo de una canción llamada 'Alive with the Glory of Love'. Bien, a estas alturas, yo estoy convencidísima de que ya conocía a Say Anything pero no había pasado del Say Anything (disquete que aquí nos ocupa y que ha pasado a formar parte de mi estimada y física colección musical gracias a Lorenuda) pues... ¿podía haber un disco mejor que aquel? Con el tiempo he descubierto que ...Is A Real Boy (junto con su hijito ...Was A Real Boy) no tienen nada que envidiarle a la pequeña gran obra maestra que es Say Anything.

Pocos grupos (oh, muy pocos) han influenciado tantísimo mi vida como el de Max Bemis y sus colegas; pocos discos hay de los que me sepa las letras de todas las canciones (bueno, a veces me bailan frases pero sí) y de pocos (o no tan pocos) opino que sean excelentes de cabo a rabo, de principio a fin o como quieran decir. Todas y cada una de las canciones que componen Say Anything son un regalo para los oídos (sí, gritan en alguna que otra pero es soportable), un artefacto de originalidad y de letras bien curradas para las que no tengo palabras (pero sí humildes intentos de traducción). 13 canciones ('Fed to Death', 'Hate Everyone', 'Do Better', 'Less Cute', 'Eloise', 'Mara and Me', 'Crush'd', 'She Won't Follow You', 'Cemetery', 'Property', 'Death for My Birthday', 'Young, Dumb and Stung' y 'Ahhh... Men') que sirven como muestra, reflejo y definición de lo que la música (sin etiquetas) es. Sé que para gustos están los colores, las comidas y las bebidas (entre alguna que otra apetencia) pero creo en el fondo de mi corazón que es un disco grandioso y que todos aquellos que no lo hayan degustado aún son unos privilegiados descuidados. Lo que daría yo por descubrir ahora mismo un grupo como Say Anything... Me conformo con formar parte de la gran familia de seguidores y fanáticos que seguimos dejando que ellos y su música iluminen nuestras vidas y le pongan ritmo al día a día que, muchas veces, sería harto complicado sacar adelante sin un 'There are babies with guns beheading their friends in shopping malls around the world*' o un '(Meet me in the back room) I'll tell you everything, you everything, woah!**' o un poco de 'I have a total crush on you, baby, and I can't let it go***' con una pizca de 'I guess that everyone includes me, and that's why I'm a humanist****'.

Say Anything (y su Say Anything [¡qué mareo!]) suponen una de las piezas más importantes de mi pirámide musicamentaloide y creo que se lo merecen, que se lo han ganado por un trabajo impecable a lo largo de los años y por mantenerse fieles a lo que creen; por no hacer música para los demás sino para ellos mismo y por componer uno de los grupos más auténticos que he tenido el placer de descubrir. Ahora bien, como todo en esta vida, les pongo una pequeña, diminuta e insignificante pega: no han venido a España (ni tiene pinta, por desgracia, de que vayan a). Yo entiendo que Los Angeles y Madrid están algo lejos pero aquí estamos, esperandoos pacientemente (oh, muy pacientemente) y aunque no os dejéis caer por esta tierra de conejos este año, acercaos un poquito (Francia o Italia) y allá que iremos como una bandada de pequeños y gamberros estorninos a disfrutar de vuestra música, de vuestro directo, a pasarlo pecho y a salarnos las mejillas cuando los acordes de todas esas canciones que nos han visto crecer resuenen y retumben en nuestros oídos, celebros y patatas. En verdad os digo que creo que no os arrepentiríais si le echaseis una oreja al talento de Max Bemis (que, para más amor, es un loco de los cómics y un marido adorable y una monez de persona) y su banda y, ya sabéis, cualquier lindez o improperio, aquí andaré, bailando al son de 'Overbiter'.

*«Hay bebés con armas decapitando a sus amigos en centros comerciales por todo el mundo».
**«(Encuéntrate conmigo en la parte trasera del local) Te lo diré todo, todo, ¡woah!».
***«Estoy totalmente coladito por tus huesos, nena, y no puedo evitar lo que siento».
***«Supongo que "todo el mundo" me incluye y por eso soy humanista».

Ps. Siguen quedando entradas para el Slam Dunk Festival...

24.1.12

blink-182


Hoy me he levantado con la noticia de que existían rumores que indicaban que era probable que los de U18 estuvieran moviendo hilos para traer a España a blink-182 (OH.MY.GOD!) puesto que habían ya confirmado para el 21 de julio su visita a la capital lusa. Hemos de mantener la calma puesto que esto puede ser un bulo (que no un bolo) y es mejor no hacerse ilusiones hasta que ellos mismos confirmen las buenísimas nuevas, no vayamos a tener un nuevo episodio a lo Twin Atlantic. No obstante y aunque esta fuera la más burda de las falacias, un rayito de esperanza se atisba en el horizonte.

Así pues, esta mañana me he encaminado muy resuelta a la Fnac y me he agenciado Neighborhoods (que ya iba tocando, sí). Supongo que aquellos a los que nos les vaya mucho este rollo quizá no puedan alcanzar a comprender la influencia que estos tres hombrecillos (Mark Hoppus, Tom DeLonge y Travis Barker, cuya impresionantísima foto me sirve de salvapantallas en el iPod) han ejercido en el panorama musical a lo largo de estos ya 10 años; nada más y nada menos que cuatro grupos (Box Car Racer, Angels & Airwaves, +44 y Transplants) han nacido de las diversas convinaciones de los talentos de estos genios y no hace falta que mencionar que sus sucesores han bebido de su trabajo hasta el infinito y más allá. Por otro lado, si tenéis en cuenta que en 2005 se separaron indefinidamente, es lógico entender la reacción de todos nosotros, resignados y entristecidos que jamás pudimos verles en directo, al enterarnos, aquel magnífico 8 de febrero del 2009, de que habían vuelto al grito de Mark de 'blink-182 is back!'.

A pesar de que la causa de que volviesen a juntarse no fue la mejor (Travis tuvo un accidente de avión en el que estuvo a punto de morir), el hecho es que blink-182 había vuelto y, lo más importante, íbamos a poder escuchar nueva música suya en un futuro muy, muy próximo. Cuando en septiembre del pasado año salió (¡al fin!) su sexto álbum, no llovió a gusto de todos, como era de esperar. A mí, personalmente, me gusta mucho el disquete (♥♥♥♥). También hay que ser un poco abierto y no se podía esperar que el disquete fuese una continuación de el self-titled porque han pasado ya nueve años y mil cosas entre medias. ¿Suena a Box Car Racer? Sí. ¿Suena a AVA? Sí. ¿Suena a +44? Sí. ¿Suena a blink-182? Sí. Era ingenuo creer que las vidas paralelas de los tres y todos sus proyectos musicales después de la ruptura no iban a estar más que presentes en este nuevo trabajo, además del hecho de que el tiempo pasa para todos por igual y la gente (por suerte o por desgracia) madura. Entiendo que no sea lo que nos esperábamos pero, ¿qué esperábamos exactamente? Yo no sabía qué me iba a encontrar y cuando sacaron 'Up All Night' me pareció que tenía buena onda. Además, hay que ser realistas: para ser el primer disco después de ocho años sin trabajar juntos, creo que es muy buen recomienzo, sinceramente. Sin embargo, puedo entender a aquellos que lo han aborrecido hasta más no poder, han dicho cosas desagradables sobre ellos y se han desentendido del grupo para siempre, aunque no comparta sus opiniones ni, sobre todo, su forma de expresarse. Un poco de respeto y humildad no le vendría mal a mucha gente, creo yo.

En cualquier caso, creo que este disquete significa mucho más que las 14 canciones que lo componen. Para mí se trata del regreso de uno de los grupos que han marcado mi vida a lo largo de todo este tiempo y el saber que puede que llegue el día en que les vea subidos a un escenario, tocando esas canciones míticas de mi adolescencia, es mágico. Por otro lado, durante años he seguido sus vidas tan de cerca (sin pasarme, que no soy una acosadora ni nada, claro está) que han pasado a formar parte de la mía. Sin ir más lejos, aquí les tengo, a los tres bien jovenzuelos (por la época del Take Off Your Pants and Jacket, que es mi disquete preferido) en un póster grandote enmarcado al lado de mi escritorio. Es algo difícil de explicar (lo que siente mi ser) pero me imagino que todos tenéis ese grupo al que idolatrais, al que nunca hebéis visto tocar, el que incluso se llegó a seprar y volvió a juntarse años después y al que, un día, pudisteis ver tras tantos años viviendo sus vidas a través de sus letras, de sus melodías y de la infinidad de fotos suyas que pueblan los terrenos de Google. Pues bien, eso es blink-182 para mí y espero que estos rumores sean ciertos y que, en siete meses, pueda ver uno de mis sueños hechos realidad. blink-182 for life!

Ps. Me acabo de enterar de que The All-American Rejects, Four Year Strong y mis amados de Glasgow serán los que acompañen a blink-182 en el UK Tour de este verano así que es probable que no me espere a saber si los rumores del U18 están fundados o no... ¡Qué estupidez cometí al devolver las entradas de Liverpool! Quizá no sea demasiado tarde para enmendar el error, ¿no? Pero bueno, ¿a quién quiero engañar? Sólo nos queda rezar y esperar que se dejen caer por acá y, si no, para Lisboa que nos vamos, que no se diga. ¡Feliz día blink-182!

Actualización a 11 de febrero de 2012

Mis plegarias fueron escuchadas (aunque no sé exactamente por quién) y mis sueños se han hecho realidad: ayer, viernes, nos hicimos con dos entradas para ver a blink-182 junto con The All-American Rejects y los paisanos Everlyn en el Palacio de los Deportes de Madrid el día 20 de julio. ¡Esto va a ser homérico! No veré a los de Glasgow ni a los de Worcester pero sí a mis tres ídolos y a uno de los grupos que más significaron para mí en un determinado momento de mi vida y a los cuales será más que entrañable poder escuchar en directo. ¡Musicote rico, rico, rico! Ahora sólo faltan Say Anything y Dashboard Confessional y podré morir tranquila...

23.1.12

Ben Howard


No soy de esas personas que reseñan disquetes pero pienso que el mayor descubrimiento musical del pasado año (que coincide con el primer disco que pasa a engrosar mi estante de musicote este recién estrenado 2012) se merece unas palabras. Hace ya más de un año que descubrí Watch Listen Tell y, aunque por aquel entonces no lo sabía, aquel modesto canal sería la fuente de este tan gran descubrimiento que hoy nos ocupa, tras haberme puesto ante los ojos a grupejos como Villagers o Bombay Bicycle Club. Un día, no sé hace cuánto tiempo, volví a meterme (en el canalito, no piensen mal) y vi esto pero sin prestarle demasiada atención: era una canción más de otro grupillo majo más. Lo único que me llamó la atención fue que el chavalito aquel llamado Ben Howard era zurdo. Tiempo después volvería yo a encontrarme por YouTube buscando cosas diversas (¿o era viendo Kiss TV?) y, fuese como fuere, volvió a resonar en mis oídos la maravillosa 'Old Pine'. En el momento en el terminó la intro (que el vídeo del miraescuchacuenta no tiene) me quedé muy quieta y escuché atentamente...

Aquello era algo que había escuchado antes pero no podía acordarme de dónde. Deben saber que cuando algo de esta índole me ocurre no ceso hasta resolver la ecuación. No tardé mucho en relacionar a Ben con Bombay o Villagers y, tras algún tiempo de pesquisa, volví al vídeo original (comprobando que ya había estado allí puesto que el link andaba en moradito). Fue amor a segunda escucha (algo que, desgraciadamente, me suele pasar demasiado a menudo) pero... ¡qué amor! Las similitudes con Jack Johnson (al que idolatro) se quedan en el asunto del surf, creo yo. Ben no tiene la voz dulce y armoniosa que tiene Jack pero canta que se te derriten las orejas. Por otro lado, toca la guitarra que es un primor, de verdad, impresionante. No es Joe Satriani, eso ya lo sé (aunque a mí me gusta más, pese a todo), pero su finger-picking es algo espectacular y, sobre todo, su música es tan especial. Igual que me ocurre con Mumford & Sons, me parece que Ben es un artista con mayúsculas y que la música que compone, aunque parecida, no encuentra parangón alguno.

Considero que no se podría haber dado vida a un disquete de debutante mejor que Every Kingdom. Este jovenzuelo de Devon tiene mucho pero que mucho talento y aún nos quedan miles de canciones suyas por descubrir, amar y guardar con llave en nuestros corazoncitos, como me ha sucedido a mí con las preciosísimas 'Gracious', 'Promise' y 'Bones' (aunque el todo el disco se merece un ♥♥♥♥♥ más que redondo. Por último, quiero alabar el trabajo, el esfuerzo y el mérito que hoy en día supone crear música y escribir letras de tal sensibilidad y tal belleza y que estas consigan atravesar el alma y emocionar la mente de cientos y cientos de personas sin más instrumentos que una guitarra y, en este caso, esa voz tan única. Si me preguntasen qué es la música para mí creo que este disco conseguiría, de un modo u otro, responderla por sí solo. Uno de los mejores artistas con los que me he cruzado en muchos años y al cual espero poder ver en directo *guiño, guiño* al menos una vez porque eso tiene que ser una experiencia inolvidable. ¡Larga vida a Ben Howard, su música y su acento encantador!