22.5.11

#spanishrevolution

'El imperio contraataca' by Los Nikis

Blue Valentine


Después de meses y mese de espera, ayer noche, al fin, pasamos revista a este azur enamorado. Ya de antemano sabía que era un filme de amor no demasiado convencional ni comercial y tenían razón al decirlo pues, en efecto, no lo es. Sin embargo, en lo que respecta a la originalidad de la historia en sí (y no a la manera de contarla) no me hallo tan convencida. Supongo que, de primeras, no me la imaginaba así y me había hecho la ilusión de ver un amor apasionado, romántico, torturado y decadente y, a pesar de que este fuera más o menos el caso, no ha conseguido tocarme mucho la patata. Por otro lado, es una historia ya muy bien sabida, si bien no muy explotada, con la que, en mi más humilde opinión, no se deja ver nada nuevo bajo el sol.

En una línea podría resumirse esta película y, como consecuencia, durante las casi dos horas que dura la susodicha no acontecen demasiadas cosas y te quedas (o al menos yo lo hice) pensando si de verdad ya se ha acabado, un poco atónito al tener la sensación de que todo ha sido algo así como una introducción. No quiero desalentar a aquellos que no hayan hecho aún el visionado por lo que diré que si algo merece la pena de Blue Valentine son las interpretaciones de sus dos protagonistas. Pese al gran afecto que le tengo a Michelle Williams, he de admitir que considero y opino que, en este caso concreto, Ryan Gosling se lleva la palma (y ya no sólo por lo guapetón que sale en los años mozos del filme) sino porque creo que el personaje de Dean es más complejo y da bastante más juego que el de Cindy, si cabe.

De todos modos, pese a mi opinión personal y totalmente subjetiva, creo que no es una mala película, aunque por diversos y variopintos motivos a mí no me haya conmovido ni llegado como debería (quizá porque ya lo tenga demasiado asimilado). Con todo ello, doyle entre un ♥♥♥ y un ♥♥♥♥ (siendo algo generosa) y a ver si cuando acaben los exámenes retomo un poco esto del séptimo arte porque estamos un poco de capa caída últimamente.

15.5.11

Luther


Si tenemos en cuenta que esta serie llegó a mis oídos de manos (o palabras) de mi querido primo, que el personaje principal de la serie está basado en Sherlock Holmes y en Colombo (además de estar encarnado por el gran Idris Elba), que ha sido salido de la mente y el corazón de la BBC y que Londres es prácticamente su segundo protagonista más importante, no hace falta decir mucho más para saber a ciencia cierta que iba a ser una cosa bárbara.

Seis capítulos de una hora cada uno, en uno de los formatos predilectos de la cadena británica, que conforman esta primear temporada. Pueden parecer muchas o pocas horas para una serie pero puedo asegurar que no le sobra ni le falta un ápice de nada: está hecha a medida. En cuanto ves el primer capítulo, necesitas más: necesitas ver cómo se suceden los acontecimientos, cómo se desarrollan los casos, cómo piensan los asesinos, cómo funciona la mente del DCI John Luther, cuyos ojos son capaces por ellos mismos de reflejar todo lo que pasa por su atormentada mente, el bien y el mal, el amor y el odio. Es increíble lo bien hecha y escrita que está la trama. Con unos diálogos excepcionales, la tensión juega un papel importantísimo en la serie, haciéndote siempre pensar una cosa pero nunca pudiendo estar seguro de nada pues, en un segundo, todo puede cambiar y ponerse patas arriba.

Además (y como datos aleatorios), como se presupone en una serie de la BBC, todos son actores británicos y con ellos sus respectivos y perfectos acentos. Y no es una tontería puesto que si eres un poco aficionado a esto de las lenguas, es una gozada escuchar a gente con acentos de este tipo, sinceramente. Por otro lado, la serie está grabada de una forma bastante especial y original, donde los planos sacan a los personajes en las esquinas inferiores de la pantalla, dejando espacios vacío detrás, haciéndoles más pequeños; o primeros planos, únicamente de los rostros, mostrando cómo se sienten los personajes y dejando entrever el miedo, el odio, la locura o el amor. Y, por último, que el 'Paradise Circus' de Massive Attack sea la canción de los títulos de crédito acaba de rematar una perfecta combinación de pequeños elementos que dan como resultado una de las mejores series británicas en años.

Todos aquellos que no se hayan dejado deslumbrar por esta serie son afortunados pues tienen aún todo un mundo por descubrir. Os animo a que le echéis uno, dos o tres ojos a esta primera temporada y luego, si como yo, sentís la necesidad imperiosa de pronunciaros al respecto, aquí seréis siempre bienvenidos, escuchados, leídos y comprendidos.


A petición de nuestro querido vistante anónimo, me veo en la mía obligación de hablar un poquito más sobre esta magnífica serie de televisión británica. Saco a colación el llamamiento de nuestro amigo enmascarado, cuyo deseo era conocer más sobre Luther y, concretamente, sobre su segunda temporada, que allá por mayo aún estaba en el limbo televisivo (como ya no le ocurre a la tercera, que tiene su futuro asegurado y uno bastante prometedor, me atrevería a decir). Esta segunda temporada cosnta de cuatro y no seis capitulitos. Después del trepidante y apabullante final de la primera tempo (aquella estación de tren abandonada, aquellos cuatro personajes, aquella incertidumbre...), quizá uno pudiera haber pensado que poco más tenía que ofrecer o que, en cualquier caso, la resolución de la problemática podría no ser del agrado o gusto de todo el personal.

Sin embargo, como no podía ser de otro modo, la serie no defraudó lo más mínimo, recibiendo incluso mejores críticas que su hermana mayor. Cuatro (o mejor dicho tres) nuevas intrigas, he de reconocer, no aptas para cardiacos; malos y malditos personajes nuevos y viejos amigos de siempre que hacen las delicias de los amantes de las series policiacas, de las series británicas y, sobre todo, de las buenas series. No quiero dar mucho más detalles pues no me atrevería ni en un millón de años a destripar ninguna de las sorpresas y tramas que esta continuación de Luther alberga en su ser, pero sí puedo decir que fueron cuatro horas de mi vida realmente bien invertidas. Y ahora ya sólo queda esperar a que Idris y sus ataques coléricos vuelvan a la pequeña pantaña para deleitarnos a todos con su peculiar manera de hacer las cosas y su ingenio desbordante y ese rascarse la cabezota mientras piensa tan sumamente entrañable.

8.5.11

Jimmy Eat World


MADRIDFOTO


'Jackie Big Tits' by The Kooks

Stephen Fry

Me disgusta el hecho de que muchos anglófonos no disfruten con el lenguaje. La música parece ser divertida, al igual que el baile y otras formas de movimiento atlético. Últimamente todo el mundo parece ser capaz de encontrar un placer seductor y sensual en casi cualquier cosa excepto en las palabras. Parece que las palabras pertenecen a otro tipo de personas; cualquiera que se exprese con algo de originalidad, deleite y frescura verbal tiene más probabilidades de sufrir la burla, la desconfianza y el disgusto que de ser bien recibido. El libre y feliz uso de las palabras parece considerase elitista y pretencioso. Triste, desesperadamente triste, es el hecho de que únicamente aquellas personas a las que parece importarles el lenguaje en público hoy en día hagan un uso bastante equivocado del mismo.