24.4.11

Em & Dex


Como es costumbre en bastantes de las publicaciones británicas, las portadas de los librejos se ven plagadas a rebosar de críticas y comentarios positivos tanto de periódicos como de diversos escritores, más o menos afines al género o autor alabados, y, por supuesto, este caso concreto no iba a ser menos. De entre todos estos elgios, sin duda con el que más me identifico es con el del gran Jonathan Coe (cuyo What a Carve Up! estoy en vias de agenciarme), que dice lo siguiente: 'You really do put the book down with the hallucinatory feeling that they've become as well known to you as your closest friends'. En otras palabras, que acabas el libro con la extraña sensación de que les conoces casi tan bien como a tus mejores amigos ¡y cuánta razón lleva este alegato!

Por otro lado (en una pequeña digresión), podemos afirmar que existen libros que te marcan, bien sea por la época, la edad, las circunstancias, el entorno o tu propia experiencia personal, hay libros que se convierten en fundamentales en tu vida, en tu desarrollo y crecimiento personales. Existen libros que te abren los ojos, que te muestran distintas perspectivas, que hablan de cosas que jamás te hubieras planteado; libros que te completan , libros que se quedan grabados a fuego en tu memoria: existen libros que te marcan. Recuerdo muy bien cuál fue el primero de estos (por ahora pocos) libros y es que cuando leí el High Fidelity de Nick Hornby sentí algo que no había sentido nunca antes al leer un libro: sentí que aquella era una historia que me había aportado algo más que un simple y típico esquema consistente en planteamiento-nudo-desenlace. Supongo que la razón fundamental fue que era el primer libro que leía que versaba sobre personas normales y corrientes, situaciones ordinarias, problemas cotidianos, aspiraciones y decepciones mundanas, relaciones personales como las de todo hijo de vecino. Además, como ya comentábamos antes, es fundamental el momento de tu vida en el que te encuentras cuando lees un libro pues esas mismas 200 páginas pueden significarlo todo o nada a un mismo tiempo, puedes sentirte totalmente identificado o no relacionarte en absoluto con los personajes de la historia. Y, por unas cosas y otras de la vida, eso fue lo que me ocurrió con la primera novela de este pequeño gran genio inglés, del que he leído muchas de las restantes desde entonces: me sentí identificada, reflejada y comprendida (en cierta medida) y vi escritos sentimientos, sensaciones, pensamientos que creía únicos e intransferibles.

Es curioso también el poder que tienen los años, la sensatez y el raciocinio en uno mismo. Como ejemplo anecdótico diré que recuerdo haberme empezado Un pequeño inconveniente de Mark Haddon cuando contaba con unos dulces 16 añitos y haberlo dejado poco antes del final por no interesarme en absoluto ninguno de los personajes ni sus conflictos y pensar: «Esto es demasiado para mí, muy de mayores, muy deprimente, no me gusta» y recordar a mi madre diciendo que a ella sí que le había gustado bastante. Supongo que en cuestión de libros para mayores hay temas y temas y ,volviendo al que aquí nos ocupa, Dex & Em sí que han captado (y mucho) mi atención, han conseguido mi compasión y afecto y se han granjeado un pequeño huequito en mi memoria y mi corazón lectores. Si bien es cierto que en un primer momento, pese a que a la idea me pareciese muy origianl, no acababa de engancharme la historia puesto que no existía esa linealidad y esa continuidad que uno presupone en un libro de estas características.

Sin embargo, a medida que iban pasando los años, a medida que iban haciéndose mayores, tú ibas creciendo con ellos, conociéndoles y, a fin de cuentas, haciéndote su amigo y confidente. Una vida entera de sueños y decepciones, alegrías y tristeza, amor y desamor: 20 años, dos personas, un solo día. Es cierto asimismo que, precisamente por esta razón, muchos de los momentos más cruciales de su relación, de su historia y de sus respectivas existencias se ven omitidos pero entiendo que esto forma parte del proceso de selección y a pesar de que, en ocasiones, resulte un poco increíble muchos de los acontecimientos definitorios tengan lugar ese mismo y único día de mediados de verano, la narración está construida de tal modo que, al final, olvidas que se trata de un relato de ficción y te ves inmerso dentro de sus vidas, compartiendo todo aquello que les sucede, todo aquello que les atormenta, todo aquello que anhelan.

Y es justamente por este motivo por el cual la parte útlima de la novela es (en mi humilde opinión y mi modesto parecer) la mejor de todas, la que cobra más fuerza y sentido; esos años finales que, una vez se pasados, te dejan con un sentimiento agridulce pero, al mismo tiempo, te producen una ternura tal que es capaz de derretirte el alma y dejarte conmocionado durante días, pensando que lo que acabas de leer es especial, que lo que acabas de leer es real y que Emma Morley and Dexter Mayhew seguirán en tu memoria de aquí a otros 20 años y, sobre todo, que los 15 de julio jamás volverán a ser lo mismo. Una de las grandes recomendaciones (y descubrimientos) de este 2011 y un libro que, creo firmemente, se convertirá en un clásico.

Por último, sabed bien que si al llegar a la página 437 sentís esa necesidad imperiosa de compartir todo aquello que empieza a tomar forma en vuestras mentes, aquí seréis escuchados (y leídos) y, lo más importante, comprendidos. ¡Buenas noches, buena suerte y buena lectura!

Ps. ♥♥♥♥


Actualización a 30 de octubre de 2011:

Ayer sabadete fui a ver la adaptación de esta más que genial novela. Sabía que no iba a poder capturar todo aquello que a través de cartas, silencios y paso de los años consigue capturar David Nicholls pero he de admitir que me gustó. ¿Hay cosas que cambian? Sí. ¿Hay cosas que omiten? Sí; pero la esencia es la misma. De hecho, la película consiguió hacerme reír, cosa que el libro pocas veces logró. Es una visión menos cruenta, triste y depresiva de las realidades compartidas por sus dos protagonistas (aunque, obviamente, esto no evitó que las palomitas no fueran los únicos elementos salados en la sala...). Con todo y con ello, quiero otorgarle un ♥♥♥ a la peliculeja, pero es uno alegre y desenfadado que logró entretenerme y conquistarme (sobre todo Sturgess, con esa sonrisa picarona y ese aspecto desaliñado de sus años mozos y esa cara afable y esa mirada tierna en sus años maduritos) y conmoverme casi, casi tanto como el libro.

4 comentarios:

  1. Ais ais a ver cuando me lo leo, que ya me ha entrado el gusanillo ^^

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  2. Voy a ver si te lo encuentro en una biblio y sino, qué leño, te lo regalo :]

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  3. no sabes cuantiiiisimo me alegra que te haya gustado :)
    Ya me lo han pedido dos amigas para cuando me lo devuelvas, estamos creando escuela...jajaja
    <3 love ya

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  4. Y todo gracias a una gran amiga lectora y marcadora de tendencias :] Muchas gracias, binom, te debo una por presentarme a estas grandes personillas <3

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