14.8.12

Capote



Hacía ya bastante tiempo que, en uno de esos pedidos a Amazon.co.uk de más de 25 libras, había añadido In Cold Blood de Truman Capote a la lista; después de haberlo prestado para lecturas universitarias, volví a tenerlo en mi poder y decidí que sería una de las lecturas de este verano (sin saber que alcanzaría, en muy poco tiempo, el número uno en el ranking de los librejos devorados este año). Cuando era pequeña (no tanto, no se asusten) mi padre me puso la película de Richard Brooks (que se estrenaría un año después de la publicación del libro) por lo que tenía una ligera idea de lo que la historia narraba: el asesinato a sangre fría de la familia Clutter a manos de Perry Smith y Dick Hickock. Para aquellos que novicios, esto les parecerá una tropelía, destripar de esta manera el argumento de un libro de tanto renombre; pues bien, no en estos hechos reside la genialidad de la úlima obra del virtuoso estadounidense ni mucho menos. Capote llevó a cabo una labor de investigación periodística abrumadora, reuniendo hasta 8.000 páginas de datos y entrevistas que, poco a poco y manera sublime, iría convirtiendo en la obra maestra que hoy en día conocemos, con la inestimable ayuda de su querida amiga Harper Lee.

Lo fácil hubiera sido considerar a los asesinos como monstruos impíos sedientos de sangre, pero Truman Capote quería que Estados Unidos, que el mundo viese con diferentes ojos a estos dos hombres desgraciados (en todos los sentidos de la palabra) y para ello ahondó en su pasado, relató sus vidas, sus infancias malditas, sus carencias, sus taras y sus enfermedades para, al fin y al cabo, hacer un retrato humano de ambas partes. Es sobrecogedor cómo puede hacerte sentir igual de apenado por las víctimas que por los asesinos; una crítica voraz al sistema judicial estadounidense así como a la pena capital culminan lo que se ha convertido en uno de los más controvertidos clásicos modernos. Al principio uno no cree que una historia así pueda llegar a entusiasmarle de tal manera pero gracias al estilo que utiliza Capote, a través de los diferentes puntos de vista de cada uno de los protagonistas reales de la historia, forma una plétora de opiniones y perspectivas que consigue conmover y emocionar a todo el que la lee. Por otro lado, el hecho de que sea una historia real hace que los sentimientos estén a flor de piel desde la primera a la última página y acabas formando parte de la historia, acabas empatizando con cada uno de los personajes y acabas teniendo una visión global (que no objetiva ni realmente no ficcionada) de lo que en 1959 sucedió en la pequeña localidad de Holocomb y las consecuencias de aquel acontecimiento.

Uno de los mejores libros que he tenido el placer de leer jamás y que recomiendo fervientemente a todos aquellos que quieran experimentar una nueva forma de literatura, disfrutar un estilo impecable e intentar, en definitiva, desentrañar aquello que nos mueve a los seres humanos. Me quito el sombrero ante Truman Capote y deseo que estéis pasando un verano lleno de libros tan brillantes como este.

Ps. ♥♥♥♥

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